Si hay algo que en los últimos años ha revolucionado el mundo de la cosmética eso es la cosmética coreana. BB Creams, Cc Creams, esponjitas konjac, mascarillas, maquillajes cushion… son muchas las aportaciones de la cosmética coreana al mercado cosmético y mucho su tirón comercial.

Los productos de cosmética coreana son atractivos a la vista y proclaman a los cuatro vientos el estar realizados con productos naturales (agua volcánica, sésamo negro, té verde…). Ahí, posiblemente, radica gran parte de un éxito que ha conducido a que mujeres de todo el mundo busquen productos cosméticos con el distintivo K-Beauty.

Fueron las BB Cream y las CC Cream la punta de lanza de la introducción de la cosmética coreana en el mercado occidental. Estos productos prometían y proporcionaban una sencilla efectividad. Un simple toque de estas cremas coreanas puede servir para cumplir los dos objetivos principales que debe cumplir toda crema: hidratar y dar a la piel un tono favorecedor que recuerde a esa piel sin imperfecciones y casi de alabastro que suele atribuirse a las mujeres coreanas.

Tradición en el cuidado de la piel

Otra de las características que singularizan a la cosmética coreana es su facilidad para adaptarse y dar respuesta a las necesidades del mercado de los cosméticos. Así, la innovación en el mundo de la cosmética coreana es constante. Continuamente se buscan nuevos productos; continuamente nuevas texturas; continuamente nuevos formatos.

En cierto modo, lo que la cosmética coreana hace no es otra cosa que expandir, en cierta medida, las costumbres cosméticas de las mujeres coreanas sirviéndose de un variado catálogo de productos que permiten conseguir el primer objetivo que, en cuestión de cosméticos, se fijan las mujeres coreanas: la de tener una piel hidratada e impecable. Para la mujer coreana, el cuidado de la piel es una cuestión cultural. Tanto, que basta con observar un dato: los coreanos consumen una cuarta parte de los cosméticos para hombres que se consumen en todo el mundo.

Para la mujer coreana, un cosmético no es nunca, un producto superficial. El cosmético es, para ella, un bien de primera necesidad, algo sin lo que no se puede pasar. La mujer coreana se cría sabiendo que el cuidado de la piel es fundamental para dar una buena imagen. Para la mujer coreana, el maquillaje debe cumplir una función de realce la belleza natural de la piel, nunca de camuflaje.

Esta atención que, por herencia cultural, la mujer coreana presta a su piel tienen lógicamente su coste. Hay estadísticas que hablan de cómo las mujeres coreanas gastan alrededor del doble de lo que, por ejemplo, gastamos las mujeres españolas. ¿El motivo? Que usan más productos. Ellas, por ejemplo, no usan solamente una crema limpiadora para quitarse el maquillaje. Ellas, en esa tesitura, utilizan un aceite para eliminar el maquillaje más graso y, a continuación, utilizan un jabón o una espuma dermatológica para quitar el resto de maquillaje de su piel.

Productos líquidos e ingredientes naturales

Además de con estos productos, las mujeres coreanas acostumbran a cuidar también su piel utilizando emulsiones, lociones y cremas protectoras solares que reaplican sobre su cutis varias veces al día. Desde que son niños los coreanos son educados en la necesidad de utilizar cosméticos con protección contra los rayos UV.

Los productos propios de la cosmética coreana son, en gran medida, líquidos. Esto les concede un gran poder de penetración en la piel, lo que facilita que los activos hidratantes, iluminadores y nutritivos que poseen todos estos productos resultan más efectivos.

Como hemos señalado al inicio de este artículo, los fabricantes de cosmética coreana han apostado decididamente por el poder de atracción de su packaging a la hora de comercializar sus productos. A la hora de buscar un packaging atractivo, estos fabricantes han apostado por dos tipos de envoltorio: o el colorista y divertido o el más minimalista y elegante.

El hecho de poseer una de las industrias químicas más potentes del mundo permite a Corea del Sur innovar continuamente y en crear nuevos productos. En la actualidad, por ejemplo, y más allá del uso del ácido hialurónico en muchos de sus productos, está apareciendo en la cosmética coreana sérums en crema y productos que, conteniendo algas diatomeas o lava volcánica, se gelifican en contacto con el agua.

La industria cosmética coreana, una de las más punteras a nivel mundial, intenta elaborar unos productos en los que se consigan mayores concentraciones de principios activos que la que se da en los cosméticos occidentales y en los que los productos naturales adquieran una importancia fundamental. Productos como la Vitamina C, la Avena, la Soja o la Flor de Loto (productos naturales que, tradicionalmente, se han utilizado en las culturas orientales para cuidar la piel), son incorporados por la industria cosmética coreana a sus productos.