Ahora que el verano está aquí, vamos a darte las claves para lucir un bronceado perfecto. Conseguir un precioso tono dorado en tu piel, no es algo que pueda obtenerse de la noche a la mañana. Por el contrario, hay que preparar la piel para que nuestro bronceado sea sano y duradero.

La primera clave para un bronceado perfecto es el uso de un buen fotoprotector. Sí, aunque pueda parecer contradictorio (todavía mucha gente cree que la protección solar actúa como escudo contra el sol), todos los expertos en el cuidado de la piel reconocen que uso de un buen fotoprotector no sólo no evitan el bronceado, sino que, al evitar las quemaduras, influyen en que tu piel luzca un bronceado sano y duradero. Te recomendamos que utilices sticks solares para la protección de las zonas más delicadas del rostro o cicatrices, como el Silky Bronze Protector Stick SPF30 de Kanebo Sensai. Además, gracias a sus fórmulas híbridas (filtros físicos y químicos), las nuevas versiones consiguen sortear las clásicas manchas post sol tan frecuentes en la zona del labio superior, mejillas o frente.

Cuida tu piel también desde dentro con cápsulas antioxidantes. Muchos estudios dermatológicos demuestran que nutrientes como el betacaroteno, el licopeno y la vitamina E intervienen activamente en el proceso de bronceado. Estos suplementos orales refuerzan los sistemas antioxidantes y defienden la piel de los efectos nocivos del sol, lo que se traduce en un bronceado sano y más duradero. Otra manera de preparar tu piel para el bronceado, es realizar una buena exfoliación dos o tres veces por semana. Utiliza un buen exfoliante corporal y realiza suaves masajes circulares, insistiendo en zonas propensas a la acumulación de células muertas, como espalda, codos, rodillas y pies. No hay bronceado perfecto, iluminado y uniforme, sin una buena hidratación de la piel, así se consigue eliminar el efecto rebote en forma de sequedad y deshidratación. Para ello es imprescindible utilizar, después de cada exposición al sol un tratamiento afer sun para que nuestra piel se beneficie de sus sustancias nutritivas, calmantes y refrescantes. La protección solar, tiene que aplicarse siguiendo la regla llamada ADD, es decir, antes, durante y después de tomar el sol. Lo ideal es aplicarlo, como mínimo, una media hora antes de la exposición al sol y después ir renovando la aplicación cada dos horas mientras que estemos expuesto al sol.

La alimentación también juega un papel fundamental a la hora de conseguir el bronceado perfecto. Alimentos ricos en betacarotenos como la zanahoria, el tomate, el pimiento, el melocotón o las verduras de hoja verde en general evitan la deshidratación de la piel tras la exposición al sol.

La mejor manera de conseguir el bronceado perfecto es con una exposición al sol de manera progresiva y saludable. Es mejor evitar las exposiciones muy intensas o las cabinas de rayos UV. Muchos expertos creen que este tipo de sistemas no sólo son perjudiciales para la salud, sino que, además, contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel. Toma el sol de manera eficiente. Una exposición al sol moderada y constante, lejos de ser perjudicial, es muy beneficiosa para tu salud.

En materia de sol, recuerda siempre que “menos es más”, lo que quiere decir que si logras tu bronceado de manera gradual será mucho más duradero, por el contrario, si te sobreexpones al sol para lucir un bronceado rápido, este desaparecerá rápido, además de dejar problemas de quemaduras y deshidratación en tu piel.

Ahora ya tienes todas las claves para lucir un bronceado perfecto este verano.