Decir primavera es nombrar una serie de productos de temporada cuya inclusión en la dieta resulta muy interesante a nivel nutritivo. Decir primavera es hablar de frutas como las fresas, las cerezas, los arándanos y los nísperos. Decir primavera es, también, decir espárragos, alcachofas, habas y, por supuesto, guisantes.

Pese a su aspecto humilde, los guisantes pueden ser un producto exquisito que puede ser cocinado de mil maneras distintas. Cremas calientes o frías, estofados, ensaladas, gazpachos, salteados, sopas, menestras, al vapor, hervidos, incorporados a una buena paella… cualquier receta es buena para disfrutar de las múltiples ventajas que para la salud supone la ingesta de guisantes.

Esta humilde legumbre (sí, el guisante es una legumbre, no es una hortaliza ni una verdura) aporta un amplio abanico de beneficios para la salud.

Entre los beneficios de los guisantes podemos encontrar los siguientes:

  • Poseen un alto contenido en vitaminas. Entre ellas destacan la vitamina A, la C, el B y la tiamina. Como todos los alimentos ricos en vitamina B, los guisantes colaboran en el funcionamiento del sistema nervioso. Sin ir más lejos, una de las funciones principales desempeñada por la tiamina es la de hacer que el sistema nervioso se nutra de manera adecuada de glucosa. Un bajo índice de tiamina en la sangre degrada las fibras nerviosas y produce síntomas como pueden ser falta de coordinación u hormigueos en manos, piernas o pies. Entre los efectos positivos que los guisantes tienen sobre el sistema nervioso hay que destacar el de permitir que superemos las situaciones de nerviosismo o estrés con mayor facilidad.
  • Poseen un alto contenido en minerales. Entre los minerales destacan el hierro, el potasio y el fósforo. Los guisantes también poseen un alto contenido en magnesio y calcio. El hierro sirve para prevenir la anemia y el calcio para ayudar a la formación de los huesos y para prevenir la osteoporosis.
  • Poseen un alto contenido en fibra, lo que los convierte en un alimento muy útil a la hora de regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento. Como todos los alimentos ricos en fibra, los guisantes también ayudan a evitar la sedimentación de sustancias potencialmente cancerígenas en las paredes del colon.
  • Poseen propiedades hipercolesterolímicas, es decir, ayudan a reducir los niveles sanguíneos de colesterol “malo”.
  • Los guisantes, como legumbres que son, vierten glucosa de manera gradual al torrente sanguíneo. Esto resulta muy útil a la hora de controlar la diabetes y, también, a la hora de proporcionar sensación de saciedad. La ingesta de guisantes ayuda, pues, a controlar el hambre y a no picar entre comidas, lo que lo convierte en un alimento muy interesante en cualquier dieta de adelgazamiento.
  • Los guisantes son una fuente importante de proteínas vegetales, lo que hace de estas legumbres un alimento imprescindible en las dietas vegetarianas. Los guisantes actúan de manera decisiva en la renovación celular y, por tanto, ayudan a mantener los tejidos corporales en buen estado y mejora la apariencia de cabello, piel y uñas. Para que las proteínas aportadas por los guisantes sean absorbidas de manera adecuada por el organismo hay que combinarlas con cereales como el arroz, la avena o el maíz. Estos alimentos aportarán a nuestro organismo los aminoácidos necesarios para que nuestro cuerpo pueda sintetizar correctamente las proteínas aportadas por los guisantes y, por tanto, beneficiarse de todas sus ventajas.
  • Los guisantes poseen también propiedades vasodilatadoras, lo que hace de ellos un alimento idóneo a la hora de cuidar del corazón. Prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares como la angina de pecho o el infarto de miocardio son algunas de los beneficios que para la salud tienen los guisantes.
  • Aportan grandes dosis de energía.

Sólo un pero podría ponerse a la inclusión de los guisantes en la dieta. Hay personas a quienes les puede producir flatulencias.