Son ya varios los artículos que hemos dedicado en nuestra web a la relación entre la práctica del fitness y la pérdida de grasa y varios también los que hemos dedicado a recomendar una serie de ejercicios y prácticas que sirvieran para conseguir ese objetivo. Así, hemos recomendado aquí ejercicios con pelota de fitness para quemar grasa y te hemos hablado, entre otras cosas, del jumping fitness, del ciclo indoor o de los ejercicios HIIT.

Pero… ¿y cuándo termina la práctica deportiva? ¿Es posible seguir quemando grasa? Hay autores que dicen que sí. ¿Cómo? Duchándose con agua fría.

Según apuntan algunos estudios, existe una relación inversa entre el descenso de temperatura del agua con la que nos duchamos y el aumento de la combustión de las grasas. La Nature Reviews Endocrinology, una revista especializada en endocrinología, recogía en uno de sus artículos una afirmación: el tejido adiposo marrón se activa especialmente a bajas temperaturas y dicha activación provoca, a su vez, la activación del metabolismo lipídico y glucídico en el metabolismo.

El principio recogido en la Nature Reviews Endrocrinology es el principio sobre el que se sustenta lo que se conoce como crioterapia, es decir, la utilización del frío para curar o mejorar la salud. Con la ducha fría, además de regular la temperatura corporal y activar el metabolismo de la quema de grasas, contraemos las venas. Al hacerlo, lo que estamos haciendo es reactivar la circulación de la sangre mientras, al mismo tiempo, fomentamos la diuresis. Al fomentar la diuresis lo que estamos consiguiendo es evitar esas retenciones de líquidos que, en mayor o menor medida, pueden acabar dificultando la pérdida de peso. Al mismo tiempo, al mejorar la circulación estamos luchando contra la celulitis.

La ducha por contraste

Si hay un sistema sencillo y efectivo de utilizar la ducha fría para quemar grasa ese sistema es el que se conoce como “ducha por contraste”, un sistema que acostumbra a utilizarse en el tratamiento de lesiones y que consiste, básicamente, en combinar de manera alternativa la aplicación de agua fría y agua caliente.

Si deseas perder grasa gracias a la ducha fría debes seguir los siguientes pasos:

  • Permanece alrededor de 20 segundos bajo el agua fría.
  • Cambia a agua caliente y permanece bajo ella durante 10 segundos.

Este mismo proceso debes repetirlo diez veces para, así, completar una ducha por contraste que dure cinco minutos. Durante esos cinco minutos activarás tu metabolismo y aumentarás la combustión de grasas.

La ducha por contraste (llamadas también duchas alternantes) tiene también otros beneficios terapéuticos para el cuerpo. La ducha por contraste activa el sistema inmunológico, previene de ciertas enfermedades respiratorias y tonifica la piel. Por eso figura en los catálogos de servicios de algunos centros de belleza y de los spas.

La ducha fría, además de para perder grasa, sirve para combatir el estrés.

Que la ducha por contraste sirva para quemar grasa no quiere decir, sin embargo, que deba ser el elemento central de un plan para perder grasa. Como solemos decir, no existen milagros para perder grasa que puedan sustituir a una dieta equilibrada y a la realización de ejercicio físico de una manera habitual.