Nada como las ojeras y las bolsas para dar una imagen de persona cansada. Y, sin embargo, no siempre unas ojeras marcadas tienen que ver con el nivel de cansancio de una persona. Entender por qué aparecen las ojeras nos servirá para prevenir su aparición y, así, poder luchar contra ellas.

Las ojeras

Lo primero que hay que tener presente a la hora de analizar el fenómeno de las ojeras y de plantearse la mejor manera de luchar contra él es conocer las características físicas de la piel que recubre la zona en que aparecen las ojeras. Esa zona, que es el contorno de ojos, es la zona más frágil de toda nuestra piel. Cinco veces más fino que la del resto del cuerpo, el contorno de ojos es, además, una zona con menos colágeno, menos elastina y menos glándulas sebáceas que el resto de la piel.

El hecho de que la piel de esta zona tenga esas características y resulte casi transparente hace que la acumulación de sangre resulte fácilmente perceptible. Esa acumulación puede derivarse, también, de una acumulación de coágulos sanguíneos. Los coágulos sanguíneos, acumulados bajo el contorno de ojos, son los que motivan, en muchos casos, la aparición de las ojeras. La carencia de hierro en la sangre puede ser la causante final de esta acumulación de coágulos sanguíneos en el contorno de ojos. Para compensar esta falta de hierro y hacer que éste regrese a sus niveles normales en sangre es fundamental llevar una dieta equilibrada que, en todo caso, debería incluir carnes rojas, yema de huevo, verduras de hojas y cítricos.

Las ojeras pueden aparecer también debido a una pérdida de volumen de la grasa periorbital. Esa pérdida de grasa alrededor de los ojos aumenta la laxitud del párpado que, así, facilita la aparición de la ojera.

La falta de sueño es otra de las razones que motivan la aparición de las ojeras. Cuando estamos faltos de sueño, nuestros vasos sanguíneos se dilatan.

Un último factor causante de la aparición de las ojeras sería la edad. Al envejecer, nuestra piel se vuelve más fina y, por tanto, más susceptible de transparentar cualquier acumulación de sangre o de coágulos que se produzca bajo ésta.

Las bolsas

En la aparición de las bolsas en los ojos, al igual que en la de las ojeras, influyen factores genéticos. Es decir: que hay personas genéticamente más proclives a tener ojeras o bolsas que otras.

Las bolsas se forman cuando la piel del párpado inferior pierde su tono muscular. Eso produce un adelgazamiento de la piel y su mayor o menor descolgamiento.

En algunos casos, las bolsas en los ojos son debidas a la acumulación de líquidos. En estos casos, las bolsas suelen aparecer al despertarnos para, después, ir desapareciendo durante el resto del día. Dos buenas maneras de evitar o prevenir esta retención de líquidos es la de practicar algunos ejercicios de gimnasia facial y reducir el consumo de sal.

Algunos hombres jóvenes, enfrentados al “calvario” de las bolsas en los ojos, optan por pasar por el quirófano para, previa blefaroplastia (cirugía consistente en repara un párpado destruido o deformado por una cicatriz), corregir ese pequeño defecto. La mayoría, sin embargo, optan por escoger algunos remedios cosméticos que, combinados con algunos remedios naturales, pueden servir para disminuir el efecto de envejecimiento que sobre el contorno de ojos y sobre los párpados tienen las ojeras y las bolsas.

Dormir bocarriba y con almohada, utilizar antifaces fríos o las tradicionales y casi estereotipadas gafas de pepino servirían para reducir las bolsas en los ojos y dificultar la aparición de ojeras. También podría optarse por utilizar puré de manzana, hojas de menta, agua de rosas, zumo de limón o té, entre otras sustancias naturales.

Tipos de antiojeras

Dejando aparte estos remedios naturales, la industria cosmética ha creado un sinfín de cosméticos destinados a luchar contra las ojeras y las bolsas. Dentro de los cosméticos antiojeras puedes encontrar distintos tipos:

  • Los antiojeras en barra. Indicados para mujeres que no usan base de maquillaje, estos antiojeras tienen forma de barra de labios pero son de color beige o carne. Pasando la barra por la ojera y difuminado después con los dedos camuflaremos la ojera. Quienes tengan arrugas bajo los ojos corren el riesgo de verlas acentuadas.
  • Los antiojeras en crema cumplen la doble función de cubrir la ojera y, al mismo tiempo, hidratar la piel.
  • Los antiojeras en lápiz tienen una mina muy blanda que permite que se deshagan al entrar en contacto con la piel. Idóneos para acceder a zonas complicadas como el lagrimal y la línea bajo las pestañas inferiores, los antiojeras en lápiz pueden utilizarse solos o con otros antiojeras.
  • Los antiojeras en pincel funcionan casi como un iluminador, lo que los convierte en un magnífico antiojeras para aquellas mujeres cuya piel presente un aspecto un tanto apagado. Como la cobertura de este tipo de antijojeras es muy baja, se recomienda utilizar una base de maquillaje. Hay que entender que estos antiojeras sirven más para rebajar la oscuridad de la ojera que para taparla.
  • Los antiojeras de tipo líquido, que actúan como correctores y que pueden ser aplicados como el gloss (es decir, aplicando pequeños puntitos que después se difuminan) o como la base de maquillaje. En este último caso se puede aplicar con una brochita o con los dedos. Este tipo de antiojeras sería de especial utilidad para aquellas mujeres con la piel seca.