Que siempre defendamos desde aquí el seguimiento de una dieta saludable que, en mayor o menor medida, incorpore en la misma la ingesta de todo tipo de alimentos para, de ese modo, asegurarse el aporte nutricional necesario para nuestro organismo no implica que rechacemos por sistema la opción escogida por muchas personas a la hora de decidir erradicar de su alimentación todo tipo de productos de origen animal.
El optar por una dieta vegana nos parece una opción absolutamente respetable para toda aquella persona que, por principios éticos, considere que el explotar o el utilizar a los animales para que nos sirvan de alimento es algo injusto e inhumano. Eso sí: esa dieta en la que no caben las carnes pero tampoco los huevos o los lácteos debe ser realizada de manera correcta y controlada, con la mínima supervisión de un nutricionista, para que, de ese modo, el cuerpo humano pueda nutrirse con todos los nutrientes que necesita para mantenerse sano.
Y es que la dieta vegana, como cualquier tipo de dieta, tiene una serie de pros y contras.
Beneficios de una dieta vegana
Veamos a continuación algunos de los beneficios de una dieta vegana:
- Se incorpora una mayor cantidad de frutas y vegetales a la dieta, lo que siempre es una ventaja para el organismo.
- Se mejora el tránsito intestinal al realizar un mayor aporte de fibra. Ese mayor aporte de fibra sirve, también, para aumentar la sensación de saciedad, lo que ayuda a prevenir la obesidad.
- Se evita y lucha de una manera más eficaz contra el colesterol.
- Se reduce el consumo de grasas saturadas.
- Se incorporan a la dieta nutrientes con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antioxidantes.
- Se reducen las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
- Se reducen las posibilidades de padecer diabetes, hipertensión, dislipemias (alteraciones en el metabolismo de los lípidos), etc.
Inconvenientes de la dieta vegana
Pero no todo son beneficios en la dieta vegana. Este tipo de dieta que rechaza todo tipo de alimento de origen animal también tiene unos cuantos inconvenientes que conviene tener muy en cuenta. Veamos cuáles pueden ser algunos de esos inconvenientes:
- No incorporan al organismo vitamina B12. Este tipo de vitamina sólo se encuentra en los productos animales. Para paliar su carencia en la alimentación vegana hay que recurrir al uso de suplementos de B12. Como siempre que se habla de suplementos alimenticios, recomendamos que dichos suplementos sean de marcas fiables y garantizadas.
- Puede dificultar el aporte calórico en deportistas.
- Se puede comprometer la ingesta de algún tipo de nutrientes como pueden ser el calcio, la vitamina D, los ácidos grasos Omega 3 o el hierro. Hay pensar, por ejemplo, que el aporte de calcio que realizan los vegetales es muy bajo. Los ácidos grasos Omega 3, por su parte, están presentes en el pescado de la misma manera que la vitamina D es ingerida por el cuerpo humano a partir de los alimentos animales.
Todos estos inconvenientes que puede presentar la dieta vegana deben ser compensados de alguna manera para, de ese modo, incorporar a nuestro organismo todos los nutrientes que el mismo necesita para funcionar.
Cómo complementar una dieta vegana
Veamos a continuación algunos consejos que deberían ser tenidos en cuenta si se quiere hacer de la dieta vegana una dieta absolutamente saludable:
- Tomar un complemento alimenticio de vitamina B12. La vitamina B12 se encuentra principalmente en el pescado, los mariscos, la carne y los productos lácteos. Quedando estos alimentos erradicados de toda dieta vegana, la toma de dichos suplementos de vitamina B12 se hace imprescindible.
- Tomar en invierno y de manera eventual un complemento alimenticio de vitamina D y yodo.
- Acompañar las comidas de algún tipo de bebida con alto contenido en vitamina C. Esto permitirá optimizar al máximo la asimilación de hierro. Para incrementar los niveles de vitamina C ingerida hay que potenciar el consumo de alimentos ricos en esta vitamina. Las fresas, los kiwis, los pimientos y los cítricos son, entre otros alimentos, algunos de los alimentos ricos en vitamina C. Ésta, además, puede ayudar a absorber mejor el hierro existente en alimentos como pueden ser las legumbres o los frutos secos (avellanas, nueces, pipas de calabaza o girasol, anacardos, cacahuetes, etc.). El hierro es absolutamente necesario para nuestro organismo. Hay que pensar que, por ejemplo, desempeña un papel fundamental en la producción de glóbulos rojos.
- Evitar en la medida de lo posible el consumo de azúcares refinados y harinas blancas.
- Restringir al máximo la cantidad de aceites y grasas adicionales, especialmente si se padecen enfermedades cardíacas. Los niños que sigan una dieta vegana no deberán aplicarse a los niños.
- Compensar la carencia de ácidos grasos Omega 3 con semillas de lino recién molido. La harina de linaza también puede servir para ello.
- Restringir al máximo el consumo de alimentos elaborados de forma industrial.
- Que las verduras que se consuman no sean siempre las mismas. La variedad en la ingesta de frutas (que se reflejará en los colores de éstas) garantiza el aporte de nutrientes variados.
- Potenciar el consumo de alimentos integrales.
- Utilizar el agua de cocción de las verduras para hacer sopas o cremas.
- Sustituir la sal común por la sal yodada.