Puede parecer un contrasentido utilizar el carbón para purificar la piel, pero el carbón activado es uno de los métodos más en boga en los tratamientos de belleza destinados a cuidar la piel y dejarla limpia, firme y tersa. Entre las propiedades del carbón activado figura su capacidad de absorción. Esta capacidad de absorción, fundamentada en una atracción de tipo eléctrico, permite al carbón activado eliminar el aceite, la suciedad y otras sustancias dañinas que puedan quedar en los poros cutáneos.
Cuando hablamos de carbón activado estamos hablando de un carbón al que se le ha agregado oxígeno. Utilizado por la comunidad médica para tratar infecciones del tracto gastrointestinal y náuseas, el polvo de carbón activado es un ingrediente habitual en determinadas mascarillas faciales.
El carbón activado, utilizado de manera tópica, es una sustancia ideal para eliminar puntos negros y espinillas en las pieles grasas y con tendencia a tener acné.
El carbón activado es desintoxicante, desinfectante, reduce el tamaño de los poros, equilibra el PH de la piel y disminuye el sebo acumulado en el rostro.
Recetas caseras de carbón activado
Si quieres elaborar en tu propia casa tu propia mascarilla de carbón activado sólo tienes que seguir al pie de la letra las siguientes indicaciones:
- Toma 0,2 gramos de carbón activado en polvo colocado en un contenedor no metálico, media cucharadita de arcilla de bentonita y media cucharadita de agua.
- Mezcla los ingredientes hasta formar una pasta suave. Para realizar la mezcla utiliza un utensilio no metálico.
- Una vez realizada la mezcla, comprueba en tu muñeca si sufres o no algún tipo de reacción alérgica.
- Lava tu rostro y sécalo con suavidad intentando que conserve un poco de humedad. Una vez hecho esto, aplícate la máscara de carbón activado evitando colocarla en la piel alrededor de los ojos y los labios. Tras aplicarte la mascarilla, déjala secar unos 10 minutos. Si notaras que te pica en exceso, quítatela con agua.
- Una vez que se haya secado la mascarilla podrás quitártela con agua, lavando el rostro por completo. Tras quitártela, seca tu rostro con una toalla seca y coloca un humectante sobre tu piel.
A continuación te proponemos otra fórmula para realizar una mascarilla de carbón activado en casa.
- Toma una cápsula de carbón activado, una cucharada sopera de leche desnatada y un sobre de gelatina sin sabor. El carbón activado (en polvo o en cápsula) puedes comprarlo en herboristerías o en tiendas especializadas en belleza o alimentación.
- Pon en un bol el sobre de gelatina y la leche desnatada.
- Calienta el bol en el microondas durante 15 segundos.
- Introduce en el bol la cápsula de carbón activado y remueve con una cuchara de madera hasta que el carbón se mezcle con la gelatina y la leche. Una vez mezclada ya tendrás hecha la mascarilla de carbón activado.
- Aplica la mascarilla en toda la cara. Como ya sabes, evita colocarla en el contorno de ojos y de labios.
- Deja que la mascarilla actúe sobre la piel durante 20 minutos y, cuando hayan transcurrido, retírala con agua tibia.
Tras la aplicación de la mascarilla de carbón activado notarás cómo la piel del rostro presenta un aspecto menos graso y suave. Una vez a la semana sería, por regla general, la pauta recomendable para aplicar una mascarilla de carbón activado.