En épocas de frío apetecen platos caseros y de cuchara. Hoy te presentamos uno fácil de preparar y muy sabroso: la tradicional receta de sopa de cebolla con queso gratinado. Esta receta te encantará, porque es además un plato muy versátil que puede adaptarse a todos los gustos. El toque especial de este humilde pero delicioso manjar, además de una cebolla bien cocinada hasta casi caramelizarse, son las tostadas de pan con queso gratinado que se añaden a la sopa y que le sientan fenomenal.
Corta la cebolla en juliana y sofríela en una olla grande con aceite y mantequilla.
Pon el fuego suave y añade un poco de sal para ayudar a caramelizar las cebollas.
Cuando la cebolla esté transparente (no tiene que dorarse) añade harina en la olla y mezcla con la cebolla para que no queden grumos. Esto ayuda a que la textura de la sopa tenga un poco más de consistencia.
Incorpora el brandy, coñac o vino blanco, sube el fuego para que esté fuerte y espera a que se evapore el alcohol, tardará unos 2-3 minutos.
Incorpora el caldo elegido o agua y pastilla de caldo concentrado ligeramente desmenuzada y espera a que llegue a ebullición. Cuando hierva, baja el fuego de nuevo a una temperatura suave y que siga cocinándose todo junto y con la olla tapada durante 15 minutos.
Precalienta el horno a 180ºC con la resistencia de arriba y de abajo, sin ventilador.
Corta las rebanadas de pan de manera que no queden muy finas pero tampoco excesivamente gruesas. Ponlas en una bandeja de horno con papel de horno y cúbrelas con el queso rallado. También puedes, antes de ponerles el queso, restregarles un poco el diente de ajo.
Introduce la bandeja en el horno unos 10 minutos o hasta que el queso se vea gratinado.
Cuando tengas la sopa lista, pruébala por si tienes que rectificarla de sal.
0 raciones
1
* The % Daily Value (DV) tells you how much a nutrient in a serving of food contributes to a daily diet. 2,000 calories a day is used for general nutrition advice.