La receta de albóndigas de calabacín son una atractiva manera de disfrutar de esta deliciosa verdura. Unas albóndigas de calabacín y queso muy tiernas y jugosas. Un plato que se puede servir como aperitivo o como segundo, acompañado de una ligera ensalada verde o salsa de tomate. Ambas son unas guarniciones ideales.
Datos de la receta
Tamaño de la ración 100 gramos
Raciones 4
- Cantidad por porción
- Calorías 160
- % Valor Diario *
- Grasas Totales 8g13%
- Carbohidratos Totales 6g2%
- Proteínas 14g29%
* Percent Daily Values are based on a 2,000 calorie diet. Your daily value may be higher or lower depending on your calorie needs.
Ingredientes
Instrucciones
Lavamos los calabacines, retiramos los extremos y rallamos.
Sazonamos y colocamos dentro de un colador de malla fina.
Dejamos escurrir sobre un recipiente hondo durante una hora, cubriendo el colador para protegerlo de la suciedad ambiente.
Pasado este tiempo, los presionamos con una cuchara y después los pasamos a un trapo limpio, enrollamos los extremos y apretamos para que suelten los restos de agua que puedan contener.
En un bol mezclamos el huevo, los quesos parmesano y ricotta, el pan rallado, el ajo granulado y la albahaca o la hierba aromática elegida.
Añadimos el calabacín y salpimentamos al gusto.
Mezclamos hasta obtener una masa homogénea (si la masa queda muy blanda podemos añadir más pan rallado).
Con una cuchara sopera, cogemos porciones de la masa y vamos haciendo las bolas de albóndiga y las enharinamos.
Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las albóndigas a fuego alto hasta que estén doradas por todos sus lados.
Escurrimos sobre una bandeja con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Servir.
Vídeo explicativo
Ingredientes
Instrucciones
Lavamos los calabacines, retiramos los extremos y rallamos.
Sazonamos y colocamos dentro de un colador de malla fina.
Dejamos escurrir sobre un recipiente hondo durante una hora, cubriendo el colador para protegerlo de la suciedad ambiente.
Pasado este tiempo, los presionamos con una cuchara y después los pasamos a un trapo limpio, enrollamos los extremos y apretamos para que suelten los restos de agua que puedan contener.
En un bol mezclamos el huevo, los quesos parmesano y ricotta, el pan rallado, el ajo granulado y la albahaca o la hierba aromática elegida.
Añadimos el calabacín y salpimentamos al gusto.
Mezclamos hasta obtener una masa homogénea (si la masa queda muy blanda podemos añadir más pan rallado).
Con una cuchara sopera, cogemos porciones de la masa y vamos haciendo las bolas de albóndiga y las enharinamos.
Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las albóndigas a fuego alto hasta que estén doradas por todos sus lados.
Escurrimos sobre una bandeja con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Servir.