No se puede hablar de técnicas de maquillaje sin hablar del strobing. Para aquellas que buscan la naturalidad a la hora de maquillarse, esta técnica es ideal, pues persigue efectos mucho más naturales que los que, por ejemplo, consigue el contouring.
Esta técnica de maquillaje está especialmente indicada para pieles blancas y se puede utilizar a diario, siendo muy apta, también, para los días de verano.
En este artículo vamos a explicar qué es el strobing y qué pasos hay que seguir para aplicarlo.
Strobing: ¿qué es?
El término inglés «strobing» podría traducirse por algo así como «iluminar con destellos». Y en eso consiste exactamente esta forma de maquillar: en iluminar ciertas partes del rostro para definirlo de una manera determinada.
Para esa tarea de iluminación mediante el maquillaje se utilizan iluminadores y correctores.
Lo que esta técnica consigue es destacar las facciones de la cara (no las cambia) y darle un brillo especial en determinadas zonas gracias al uso del iluminador.
Las zonas más comunes en los que suele realizarse este trabajo de iluminación son la parte superior de los pómulos, el arco de las cejas, el mentón, el puente de la nariz, el lagrimal y el llamado arco de Cupido, es decir, la estructura anatómica central del labio superior y que va desde éste a las fosas nasales.
El efecto strobing puede servirnos para:
- Corregir el efecto de ojos hundidos.
- Aumentar la distancia entre los ojos.
- Corregir ua fisonomía de rostro redondeado aplicando luminosidad extra a frente, nariz y mentón.
- Incrementar la distancia entre la nariz y los labios.
El maquillaje strobing nos sirve también para eliminar imperfecciones y para conseguir un rostro no sólo más definido, sino también más luminoso, radiante y liso.
Pasos para aplicar esta técnica de maquillaje
El proceso para aplicar esta técnica de maquillar es muy sencillo. Como siempre que hablamos de los pasos a seguir en el maquillaje del rostro, es fundamental que éste esté limpio. Si el cutis no está limpio no podremos extraer a los productos utilizados todas sus virtudes.
Una vez nos hemos asegurado de que la piel de la cara está limpia aplicaremos a la misma una prebase. Con ella conseguiremos ocultar o disimular las imperfecciones del rostro.
Una vez hayamos aplicado la prebase deberemos elegir el tipo de producto que vamos a utilizar. Tenemos 3 opciones:
- Polvos iluminadores.
- Corrector.
- Sombra mate.
Veamos ahora cómo deberíamos proceder en cada caso.
Si utilizamos los polvos iluminadores lo haremos aplicándolos con una brocha de maquillaje sobre los pómulos. Para no marcar las líneas de expresión, dejaremos un dedo de margen entre la zona en la que apliquemos los polvos y el espacio del ojo. Una vez aplicado, difuminaremos bien los polvos.
Para conseguir una mirada luminosa aplicaremos el mismo producto por la zona de la sien y por encima del arco de la ceja. Otra forma de dar luz a la mirada es aplicándolo en el lagrimal y justo debajo de la ceja.
Si, en lugar de polvos iluminadores, vamos a usar un corrector deberemos elegir uno que sea uno o dos tonos más claros que la piel.
Para aplicar el corrector correctamente utilizaremos una esponja y dibujaremos un triángulo invertido bajo la zona de las ojeras. El triángulo debe ir desde el lagrimal hasta la aleta de la nariz y de ahí hacia la sien.
Tras este triángulo invertido dibujaremos otro que baja desde la zona del entrecejo hasta el tabique nasal y, finalmente, aplicaremos el corrector en la barbilla y en el arco de Cupido.
Finalmente, si deseamos aplicar el strobing con una sombra de ojos lo haremos con una sombra beige mate y aplicándolo alrededor del ojo del arco, del lagrimal y del arco de la ceja. Si se lleva un estilismo muy cargado (por ejemplo, el de efecto ojos ahumados) puede utilizarse una sombra amarilla.
Siguiendo estos pequeños consejos conseguiremos un look radiante para este verano con una de las tendencias de maquillaje más de moda en el mundo del make up.