Nos pasa a más de una de nosotras. Nos peleamos con las dietas, vamos probando una detrás de otra, nos hartamos de dedicar horas y horas al running, a la cinta, al fitness, al Ballet Fit, al body combat o a cualquier otro tipo de ejercicio físico y, cansadas de comprobar que no acabamos de eliminar esas grasas con las que estamos tan a disgusto y que siempre se nos acumulan en el mismo sitio, nos dirigimos a la clínica estética de turno y acabamos pidiendo precio por una liposucción que, en muchas ocasiones, acabamos realizándonos.

Si te sientes reconocida en el párrafo anterior y perteneces al grupo de las mujeres que se sienten tentadas por la liposucción, atiende al siguiente consejo: ¿por qué no pruebas antes con la yesoterapia? La yesoterapia, un tipo de tratamiento de belleza que ya se aplicaba en el Antiguo Egipto, puede ayudarte a deshacerte de una manera natural de esas grasas que te molestan sin tener que recurrir a procedimientos quirúrgicos.

¿En qué consiste la yesoterapia? En envolver aquellas zonas del cuerpo proclives a acumular grasas utilizando fajas que contienen yeso húmedo y una serie de componentes naturales que posean propiedades anticelulíticas o reductoras. Entre esos componentes podemos encontrar las algas o algunos tipos de hierbas.

El principio sobre el que se sostiene el uso de la yesoterapia es el de la concentración de calor corporal y el aprovechamiento de las propiedades reductoras y calóricas de los productos naturales utilizados. La yesoterapia se sirve de las propiedades modelantes y tensoras del yeso para conseguir los siguientes efectos:

  • Apertura de los poros (lo que facilita la expulsión de toxinas corporales).
  • Vasodilatación.
  • Regeneración de tejidos.
  • Quema y dispersión de depósitos grasos.

Gracias al uso de la yesoterapia no sólo conseguimos reducir la grasa corporal disminuyendo el talle y estilizando la silueta. También tonificamos la piel flácida, restituimos la piel dañada por las estrías, reducimos los depósitos de celulitis y estimulamos la producción de colágeno y la circulación sanguínea.

La yesoterapia puede aplicarse en centros de belleza y salud alternativos y también puede aplicarse, de forma casera, utilizando vendas y fajas que diversas marcas comercializan y que pueden aplicarse durante las horas de sueño o mientras se realizan actividades cotidianas. En los centros de belleza en los que se aplica la yesoterapia se suelen utilizar ingredientes como la cola de caballo, silicio, carnitina, guaraná, cafeína y algas marinas. Dependiendo del objetivo de la terapia (paliar problemas de retención de líquidos, reafirmar, reducir la celulitis, etc.) se utilizará más uno de esos ingredientes u otros.

Tipos de fajas de yeso

En el mercado pueden encontrarse seis tipos diferentes de vendas de yeso. Cada uno de ellos posee un tipo de concentrado y posee unas propiedades concretas. Los seis tipos de fajas de yeso existentes en el mercado son los siguientes:

  • Vendas de yeso rosas. Este tipo de venda posee extracto de centella asiática y sirve para reducir la celulitis corrigiendo la grasa localizada. Estas vendas, además, ayudan a prevenir la aparición de estrías.
  • Vendas de yeso azules. Estas vendas, que poseen azuleno y extractos de centella asiática y algas marinas, están especialmente recomendadas para personas de piel sensible que deseen reducir la celulitis y la flacidez.
  • Vendas de yeso blancas. Este tipo de vendas que se utilizan en yesoterapia cumplen una función reductora.
  • Vendas de yeso negras. ¿Qué da el color a estas vendas? La combinación de arcilla, castaño de indias, centella asiática y colágeno en polvo. Las vendas de yeso negras que se utilizan en yesoterapia sirven para disolver la grasa y los nódulos de celulitis.
  • Vendas de yeso crioterápico (blanco-frío). Este tipo de venda trata la grasa localizada y la flacidez y, además, es hidratante.
  • Vendas de yeso amarillas. Las vendas de yeso amarillas se usan para modelar la cintura y para diluir nódulos grasos. Entre los componentes que podemos encontrar en este tipo de vendas de yeso para yesoterapia podemos encontrar enzimas de abacaxi, asperilla, extracto de centella asiática, castaño de indias y colágeno en polvo de hera.

Instrucciones para hacer una faja de yeso

En lugar de comprar las fajas de yeso en el mercado, si queremos aplicarnos una terapia de yesoterapia podemos realizar nuestras propias fajas de yeso. Para conseguirlo debemos poseer los siguientes ingredientes: medio kilo de vendas de yeso, un litro de agua, 50 gramos de romero, una cucharada de sal de mar, 50 gramos de eucalipto, dos hojas de ortiga, 50 gramos de menta, metro y medio de gasa y papel de film.

Cuando hablamos de las fajas de yeso y de la yesoterapia debemos tener presente que el yeso del que hablamos es un yeso distinto al que se utiliza en traumatología y, por supuesto, en la construcción. El yeso utilizado para aplicar la yesoterapia está compuesto de fibras y es mucho más ligero que el yeso de traumatología, secándose, también, más rápido.

Antes de aplicar las fajas de yeso propias de la yesoterapia sobre la piel hay que exfoliar la misma para, así, aprovechar al máximo las virtudes del yeso.

Una vez dispongas de los ingredientes citados, sigue los siguientes pasos:

  1. Coloca en una cacerola el agua, echa en ella las plantas y pon la mezcla a hervir durante diez minutos. Trascurrido ese tiempo, retira la cacerola del fuego y deja que se enfríe un poco.
  2. Filtra el agua hervida, añádele la sal de mar y remueve hasta que ésta se disuelva.
  3. Agrega el yeso dejando que se empape entero. Hay que retirar el exceso de agua.
  4. Coloca gasa sobre la zona en la que quieres perder grasa y, poco a poco, coloca el yeso sobre ella. Al hacerlo, procura que el yeso quede plano.
  5. Cubre el conjunto con papel de film y déjalo actuar entre una y seis horas.
  6. Ve retirando poco a poco la faja de yeso. Para hacerlo, corta la faja con cuidado, lentamente.
  7. Enjuaga con agua tibia la zona en la que ha estado colocada la faja de yeso y aplica un poco de crema hidratante.

Al utilizar la yesoterapia hay que tener presente que, como cualquier método que sirva para adelgazar o reducir o eliminar la grasa, la yesoterapia no es un método milagroso. De nada nos servirá utilizar la yesoterapia si, cumplidos sus efectos, no realizamos cambios en nuestra dieta ni realizamos ejercicio físico. Como decimos muchas veces, llevar una vida saludable es la mejor manera de evitar acumulaciones indeseadas de grasas y conseguir una buena figura.