¿Qué distingue a una piel joven de una piel envejecida? Fundamentalmente, su elasticidad y su volumen. Con los años, la piel va perdiendo dichas características: se vuelve menos elástica y más fina, y eso acaba provocando la aparición de las arrugas. Para luchar contra ellas contamos con dos recursos, el colágeno y el ácido hialurónico.

Uno y otro, colágeno y ácido hialurónico, se encuentran de manera natural en nuestro organismo. Si el colágeno es la proteína que se encuentra en la piel, en los ligamentos, en los tendones, los huesos, los cartílagos, los vasos sanguíneos y en otros tejidos conectivos; el ácido hialurónico, por su parte, es una sustancia también presente en nuestro organismo y que tiene como característica principal la de atraer y retener el agua, por lo que cumple una función capital a la hora de hidratar los tejidos aportándoles firmeza y elasticidad. Esto finalmente se refleja en el cutis, que, gracias a la intervención del ácido hialurónico, puede mostrar un óptimo aspecto.

Con los años, el ácido hialurónico presente en el organismo se va perdiendo. ¿Existe algún modo de recuperarlo? Sí. Y para ello hay tres maneras de hacerlo.

Cremas con ácido hialurónico

La primera de ellas sería a través de las cremas. La industria cosmética se ha servido del ácido hialurónico para, de manera tópica y mediante el uso de cremas y otros tipos de productos cosméticos (sérums), hidratar la piel a nivel superficial y permitir que la vida orgánica de dicha zona sea más sana. Los productos cosméticos anti-edad estarían incluidos en este tipo de productos.

Alimentación y ácido hialurónico

La segunda manera de mejorar nuestros niveles de ácido hialurónico sería a través de la alimentación. Para aumentar el nivel de ácido hialurónico presente en nuestro organismo debemos priorizar alimentos con proteínas como pueden ser la carne, los huevos o el pescado. Gracias a dichas proteínas, el organismo podrá sintetizar una serie de aminoácidos que resultan esenciales para nuestra salud en general y, por ello, también para el estado de salud de nuestra piel.

Los alimentos anteriormente citados deberían ser complementados, en la alimentación, con la ingesta de frutas y verduras. Unas y otras aportarían los antioxidantes necesarios para combatir los radicales libres que oxidan y deterioran la piel. ¿Qué frutas y verduras deberían ingerirse pues para mejorar nuestros niveles de ácido hialurónico y, por tanto, para cuidar de nuestra piel? Entre esos alimentos podríamos citar los kiwis, los pimientos, los tomates, los garbanzos, los albaricoques, las zanahorias, las espinacas, la col, el brócoli, los frutos rojos… Todos estos alimentos ricos en vitamina C, betacarotenos, licopeno o luteína pueden servir para estabilizar o mejorar los niveles de ácido hialurónico.

Otra de las opciones de mejorar los niveles de ácido hialurónico a través de la alimentación es la de recurrir a algún tipo de complemento alimenticio. Los suplementos de ácido hialurónico se convertirían, así, en suplementos ideales para luchar contra el envejecimiento general de la piel y para estimular la producción de colágeno natural. También serían de interés los suplementos alimenticios que contengan manganeso o glucosamina. El primero ayuda a nuestro organismo a sintetizar el ácido hialurónico; la segunda, ayuda a su generación.

Inyecciones de ácido hialurónico

La tercera manera de proveerse de ácido hialurónico es mediante la inyección del mismo. Para muchas personas, el inyectado es el método más directo y efectivo. Los defensores de este sistema esgrimen, entre otros argumentos, el de que para inyectar ácido hialurónico no se necesite del uso de anestesia o el de que, tras su aplicación, no aparezcan hematomas o inflamaciones tras su aplicación.

Con la inyección de ácido hialurónico se consigue crear una estructura de malla bajo la piel que, además de servir para eliminar las arrugas, sirve para atraer moléculas de H20. Esto, claro, resulta muy efectivo a la hora de hidratar la piel y, como sabemos, la hidratación de la piel es fundamental para que ésta pueda lucir sana y brillante.

¿En qué partes del cuerpo suelen realizarse, generalmente, las inyecciones de ácido hialurónico? Las zonas más comunes de aplicación de estas inyecciones son las siguientes:

  • Contorno y comisuras de los labios.
  • Labios.
  • Pómulos.
  • Arrugas labiales.
  • Arrugas peribucales (las que aparecen alrededor de la boca).
  • Líneas de expresión a ambos lados de nariz y cara.
  • Patas de gallo.

Cuando se realizan inyecciones de ácido hialurónico en el rostro se realizan microinyecciones que, entre otros principios activos, incluyen en su composición ácido hialurónico no reticulado, vitaminas, oligoelementos y aminoácidos esenciales destinados a mejorar el metabolismo de la piel.

Cualquiera de estos métodos, lógicamente, obtendrá mejores resultados si se combinan con unos cuidados regulares de la piel. Evitar el exceso de sol y el consumo de alcohol o tabaco son algunas de las medidas que una persona debe tener en cuenta si desea mantener una piel sana. El respetar las horas de descanso también figuraría entre dichas medidas. Combinar todos esos cuidados con una alimentación que realice el aporte suficiente de grasas saludables ricas en Omega 3 y de verduras nos permitirá cuidar correctamente de nuestra piel y permitirá que el ácido hialurónico, bien sea en crema, en suplementos alimenticios o inyectado, cumpla a la perfección con su tarea.