Uno de los grandes temores que tenemos todas las mujeres a la hora de maquillarnos es el de esos brillos que, en ocasiones, arruinan un maquillaje cuando han pasado varias horas desde que éste se ha aplicado. Para evitar la aparición de dichos brillos podemos recurrir a una técnica de maquillaje que recibe el nombre de baking.
El baking no es una técnica de maquillaje ideada para el día a día (requiere su tiempo de aplicación y las prisas del día a día no acostumbran a conceder dicho tiempo), pero sí puede ser de gran utilidad cuando tenemos que asistir a un evento especial como puede ser, por ejemplo, una boda.
El baking se basa, fundamentalmente, en la aplicación de polvos traslúcidos sin brillo sobre determinadas zonas de la cara. ¿Qué se consigue al aplicar los polvos traslúcidos sobre la zona T o sobre el mentón? Fijar el producto de maquillaje que hayamos aplicado con anterioridad en dichas zonas y, además, disimular las arrugas y los poros. Así, el baking consiste en fijar, mediante el uso de polvos traslúcidos sin brillo, el iluminador o el corrector que se haya aplicado anteriormente. En este artículo vamos a darte las indicaciones necesarias para que sepas aplicar este tipo de maquillaje.
Como muchas otras técnicas de maquillaje, el baking no es una técnica que haya nacido hoy. De hecho, se comenta que las mujeres del Antiguo Egipto ya utilizaban una técnica de maquillaje prácticamente idéntica al baking, que también fue una técnica habitual en el star system hollywodiense y el maquillaje preferido por los equipos de maquilladores que maquillaban a las estrellas del cine negro.
Se suele decir que aplicar el baking viene a ser algo así como “hornear la cara”. ¿Qué se quiere decir con eso? Que, debido al calor que genera la propia grasa natural de la piel, el polvo y el corrector en crema que se haya aplicado anteriormente sobre el rostro se fusionarán y crearán una capa de maquillaje que aportará a la cara un aspecto luminoso y natural.
¿Cómo aplicar el baking?
Para aplicar correctamente esta técnica de maquillaje debemos seguir los siguientes pasos:
- Aplicar una crema prebase. Para hacerlo, utiliza una brocha o una esponja ligeramente humedecida. La crema prebase preparará el rostro y permitirá que los productos aplicados posteriormente se adhieran mejor al rostro, dejando en él la textura perfecta. Para que la crema prebase cumpla con su función en el baking se debe cumplir una premisa: que la piel del rostro esté perfectamente hidratada. La hidratación de la piel es siempre el primer requisito a cumplir para que una técnica de maquillaje proporcione los resultados esperados. Si quieres saber cómo hidratar adecuadamente tu piel, lee el siguiente artículo de Mujer de Portada: “Hidratar la piel”. En él te damos una serie de consejos básicos para garantizar la hidratación de la piel.
- Aplicar base e iluminador tanto para cubrir las posibles imperfecciones que puedan contemplarse en el rostro como para resaltar aquellas partes del mismo que más interese resaltar para dar a la cara el aspecto adecuado. Cuando apliquemos el corrector o el iluminador deberemos difuminarlo bien para que el producto se integre correctamente con la piel.
- Aplicar los polvos traslúcidos de manera intensiva sobre aquellas zonas en las que hayamos aplicado el corrector o el iluminador. Una vez lo hayamos aplicado, debemos dejarlo reposar sin difuminarlo durante un período de tiempo que oscile entre los 10 y los 20 minutos. Al actuar de ese modo estaremos provocando que se produce ese proceso de “horneado” que caracteriza al baking, es decir, estaremos dejando que el calor producido por la grasa cutánea sirva como elemento fusionador de los productos de maquillaje aplicados. Éstos, fundidos entre ellos, cubrirán las imperfecciones de la cara.
- Transcurridos esos minutos, que podemos aprovechar para continuar con el maquillaje (cejas, ojos, labios…) podremos retirar el exceso de polvos con una brocha gruesa.
El baking es una técnica de maquillaje especialmente indicada para las mujeres con la piel grasa o que son propensas a padecer acné. Si siempre es recomendable el escoger buenos productos cosméticos y de maquillaje, en el caso de estas mujeres la recomendación se convierte, prácticamente, en un imperativo. Así, se recomienda buscar productos hipoalergénicos y libres de aceites ya que otro tipo de productos podrían acabar perjudicando a la piel favoreciendo la aparición de infecciones.
El baking también puede resultar una técnica de maquillaje muy recomendable para mujeres de oscuras ojeras, bolsas en los ojos o que presenten en el rostro algún tipo de hiperpigmentación.