Fitness e innovación son palabras que van de la mano. Los especialistas en fitness no dejan de buscar nuevos tipos de ejercicio físico que de un modo u otro sirvan para perseguir y alcanzar los que son los objetivos prioritarios del fitness, es decir: disminuir el riesgo de padecer enfermedades manteniendo los niveles saludables de colesterol, tensión arterial o grasa corporal y mantener una base de salud física influyendo positivamente en nuestra flexibilidad, en nuestra resistencia abdominal, en nuestra fuerza y resistencia muscular y en nuestra flexibilidad optimizando de ese modo nuestra funcionalidad.
De entre esos ejercicios y prácticas deportivas que forman parte del universo cada vez más variado del fitness podemos destacar el body combat, un programa de entrenamiento inspirado en las artes marciales y en el que, a partir de una coreografía, quien lo practica realiza golpes, patadas, puñetazos, etc. ¿Qué se consigue con ello? Básicamente, quemar calorías y conseguir una mayor resistencia cardiovascular.
El body combat fue creado en el año 2000 en Nueva Zelanda por Nathalie Leivas e incluye movimientos derivados de disciplinas como el boxeo, el karate, el tai chi, la capoeira, el kick boxing o el taekwondo, entre otras artes marciales. En la actualidad, las coreografías del body combat son distribuidas por la empresa Les Mills a todo el mundo. Cada tres meses, Les Mills crea una nueva coreografía y esta coreografía es aprendida por todos los monitores del mundo que den clases de body combat en sus gyms. Así, todas las mujeres del mundo que acudan a un gimnasio en que se practica body combat estarán realizando los mismos ejercicios.
Una coreografía de body combat incluye 10 canciones y dura aproximadamente 55 minutos. De esas diez canciones, la primera se dedica al calentamiento y la última a los estiramientos. Las ocho canciones restantes forman el corpus central de un entrenamiento que exige un mínimo de coordinación y que, en sus primeras sesiones, puede resultar especialmente duro y difícil de completar para toda aquella persona que no disponga de la preparación física adecuada.
El entrenamiento consiste en su mayor parte, y tal y como hemos dicho, en una combinación de puñetazos y patadas que se dan al aire. El hecho de que estos golpes no encuentren la resistencia de, por ejemplo, un saco de entrenamiento, puede posibilitar que quien practica el body combat padezca algún tipo de lesión articular si el ejercicio no se realiza correctamente. Por eso es importante cuidar al máximo la técnica cuando se practica body combat. Sólo en base a esa perfección técnica conseguiremos buenos resultados y, al mismo tiempo, evitaremos las lesiones.
Durante cada uno de los temas musicales del bloque central del entrenamiento de body combat se ejercitan un grupo de músculos diferentes. Para que esto sea así, durante cada tema de eligen movimientos de un arte marcial en concreto.
Para obtener los beneficios deseados de la práctica del body combat los especialistas recomiendan realizar tres clases de body combat a la semana (dejando que los músculos descansen entre 48 y 72 horas entre sesión y sesión) o bien combinar el body combat con otro tipo de actividad física.
Algunos especialistas apuntan a que los primeros resultados del body combat pueden empezar a observarse a partir de la 6 u 8 semana de entrenamiento.
Beneficios del body combat
Entre los beneficios que se asocian a la práctica del body combat podemos señalar los siguientes:
- Mejora el funcionamiento de corazón y pulmones.
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Tonifica y modela varios grupos de músculos.
- Quema grasas permitiendo conseguir un cuerpo más estilizado.
- Mejorar la densidad ósea.
- Mejora coordinación y agilidad.
- Mejora la actitud postural, así como la fuerza y la estabilidad.
- Reducción del estrés.
Un último beneficio que acostumbra a asociarse al body combat es el aumento de la autoestima. La descarga de adrenalina que se produce durante la práctica del body combat posibilita ese incremento de la sensación de seguridad en una misma. Al mismo tiempo, el cuerpo también libera endorfinas, la famosa “hormona de la felicidad”. La liberación de esta hormona facilita que la mujer que practica body combat pueda ver el mundo y la vida de una manera mucho más optimista.
El body combat, al practicarse en grupo y en un gym, facilita el conocer gente, algo que, sin duda, revertirá positivamente en la vida social de la practicante de body combat.