Cada vez más a menudo, las mujeres que abandonamos el consumo de la leche de vaca para optar por la leche vegetal. Unas lo hacemos por intolerancia a la lactosa; la mayoría, sin embargo, lo hacemos para beneficiarnos de las múltiples propiedades que tienen las leches vegetales.

Entre las leches vegetales, es la leche de avena una de las que gozan de mayor popularidad. Y es que los beneficios que la leche de avena tiene para nuestro organismo son muchos y muy variados.

Beneficios de la leche de avena

Aparte de digerirse mejor que la leche de vaca, la leche de avena posee para nuestro cuerpo los siguientes beneficios:

  • Depura el organismo. La leche de avena es una leche ideal para eliminar toxinas y reducir la hinchazón abdominal.
  • Aporta una gran cantidad de antioxidantes, lo que nos ayuda a protegernos de los radicales libres. Luchando contra los radicales libres, luchamos contra un largo listado de enfermedades y esquivamos el riesgo del envejecimiento prematuro.
  • Aporta una importante cantidad de aminoácidos esenciales. Dichos aminoácidos ayudan a trabajar a nuestro organismo y velan por el buen funcionamiento de las células.
  • Aporta una gran cantidad de fibra vegetal, lo que ayuda a luchar contra el estreñimiento. Lo ideal, en este sentido, es consumirla por la mañana, con o sin café. Luchando contra el estreñimiento, además, reducimos el riesgo de sufrir hemorroides y otro tipo de problemas intestinales.
  • Regula los niveles de azúcar en la sangre gracias a su bajo nivel de glucemia.
  • Aporta una notable cantidad de grasas insaturadas omega 3 y omega 6. Gracias a este aporte, la leche de avena se convierte en una leche ideal para controlar los niveles de colesterol. Así, la leche de avena sirve para cuidar de nuestra salud cardiovascular.
  • Aporta proteínas. No en vano, la avena es el cereal más rico en proteínas. Las proteínas aportadas por la leche de avena nos sirven para fortalecer nuestros músculos.
  • Aporta magnesio, potasio y zinc que sirven para luchar contra la desmineralización ósea y, así, contra la osteoporosis.
  • Tiene un alto contenido de vitamina B. La vitamina B presente en la leche de avena nos sirve para ayudar a equilibrar los estados de ansiedad e irritabilidad y para aliviar el insomnio.
  • Ayuda a reducir la retención de líquidos.
  • Proporciona sensación de saciedad, lo que es importante si se desea mantener una dieta de adelgazamiento.
  • Posee una alta concentración de yodo. Esa concentración de yodo que se da en la leche de avena ayuda a controlar el funcionamiento de la glándula tiroides. La leche de avena sirve, así, para prevenir los problemas de tiroides y, en especial, para luchar contra el hipotiroidismo.
  • Aporta energía gracias a su alto contenido en carbohidratos.

¿Cómo hacer leche de avena?

Actualmente puedes encontrar leche de avena comercializada en todos los supermercados y de múltiples marcas, pero siempre puedes optar por realizar leche de avena casera. A continuación vamos a ofrecerte tres recetas para que, si lo deseas, puedas realizar en tu casa leche de avena.

  • Receta tradicional de leche de avena. En un bol, vierte 125 gramos de copos de avena y echa agua en el mismo procurando que el agua cubra todos los cereales. Deja la avena en remojo durante 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, remueve el agua y vierte los copos de avena en una licuadora. A continuación, agrega 750 ml de agua en la licuadora y ponla en funcionamiento durante un minuto. Con ello conseguirás realizar un preparado lechoso que deberás colar con una bolsa para hacer leches vegetales y apretando bien la avena para recuperar todo el líquido. Una vez colada, a la leche de avena podrás añadir miel, canela, cardamomo o vainilla para, así, dar gusto y dulzura a tu leche de avena casera.
  • Receta fría y rápida de leche de avena. Junta en una licuadora una taza de copos de avena y tres de agua filtrada y pon la licuadora en marcha hasta conseguir un preparado líquido y cremoso. Una vez hayas conseguido dicho líquido, fíltralo utilizando una bolsa para hacer leches vegetales. Si deseas añadir a este líquido extracto de vainilla o algún dátil, vuelve a verter el líquido en la licuadora y añade esos ingredientes extras. Este tipo de leche de avena casera, al contrario que la anterior, no puede ser calentada. Si calientas esta leche de avena, la misma adquirirá una textura gelatinosa. La leche de avena casera realizada mediante esta receta puede mantenerse durante 2 0 3 días en la nevera.
  • Receta de leche de avena enriquecida. Toma una taza de avena cortada y ponla en remojo en un bol cubierto de agua durante al menos 20 minutos. Pasados esos 20 minutos, coge la avena y lávala con agua limpia. Tras lavarla, cuela el agua, coge la avena y viértela en la licuadora junto a tres tazas de agua filtrada. Empieza a mezclar el agua y la avena con la licuadora a velocidad baja y empieza a aumentar ésta. Cuando hayas realizado la mezcla toma una bolsa para hacer leches vegetales o un tamiz y filtra el líquido que hayas obtenido en la licuadora. Lava el tamiz y, de nuevo, filtra la leche de avena mientras la viertes de nuevo en la licuadora. Añade a la licuadora una cucharadita de extracto de vainilla, un cuarto de cucharadita de sal de grano fino, un cuarto de cucharadita de canela molida y una cucharada y media o dos cucharadas de jarabe de arce, de dátiles deshuesados o de otro tipo de edulcorante natural líquido. Una vez hayas sido lanzados a la licuadora estos ingredientes, ponla en marcha a velocidad baja. El resultado de este proceso, esta leche de avena casera enriquecida, puede mantenerse en la nevera entre 4 o 5 días.