Los suplementos de Omega-3 son reconocidos por sus numerosos beneficios para la salud y el bienestar. Estos ácidos grasos esenciales juegan un papel crucial en el funcionamiento del cuerpo, desde la salud cardiovascular hasta la salud cerebral y emocional.
En este artículo exploraremos en profundidad los efectos poderosos que tienen los complementos de Omega 3 en nuestro organismo, así como su impacto en la promoción de una salud óptima.
Además, descubriremos otras ventajas que estos suplementos pueden ofrecer para mejorar nuestra calidad de vida.
¡Acompáñanos en este viaje hacia el conocimiento de los beneficios de los suplementos Omega 3!
¿Qué son los ácidos grasos Omega-3?
Los Omega-3 son ácidos grasos esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo. Esto significa que debemos obtenerlos a través de nuestra dieta o de suplementos.
Hay varios tipos de ácidos grasos Omega-3, siendo los más conocidos:
- Ácido alfa-linolénico (ALA). Se encuentra principalmente en fuentes vegetales como semillas de chía, nueces y aceite de linaza.
- Ácido eicosapentaenoico (EPA). Podemos hallarlo en pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas.
- Ácido docosahexaenoico (DHA). También presente en pescados grasos, es crucial para el desarrollo y funcionamiento del cerebro.
El hecho de que nuestra dieta habitual, típicamente occidental, no incluya demasiados productos ricos en Omega 3 hace que sea necesaria la ingestión de ciertos suplementos para compensar ese déficit nutricional y para disfrutar de todos sus beneficios. De los beneficios de los suplementos de Omega-3 vamos a hablar en el siguiente apartado.
Beneficios de los suplementos de Omega-3
Los ácidos grasos Omega-3 (y, por tanto, los suplementos basados en ellos) ofrecen una amplia variedad de beneficios para la salud, y su consumo se ha asociado con la prevención de diversas enfermedades. A continuación, se detallan algunos de sus principales beneficios:
- Salud cardiovascular. Los estudios han demostrado que el consumo regular de este tipo de ácidos grasos puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Estos ácidos grasos ayudan a disminuir los niveles de triglicéridos, reducen la presión arterial y previenen la formación de coágulos sanguíneos. Además, promueven una mejor salud del corazón al reducir la inflamación.
- Función cerebral. El DHA es esencial para el desarrollo y la función del cerebro. Se ha demostrado que una ingesta adecuada de ácido docosahexaenoico puede mejorar la memoria y las capacidades cognitivas, así como reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
- Salud ocular. El DHA también es un componente crucial de la retina, y su ingesta puede contribuir a la salud ocular. Algunos estudios sugieren que estos ácidos grasos pueden ayudar a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad, una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores.
- Reducción de la inflamación. Estos ácidos grasos tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Esto es especialmente beneficioso para personas que sufren de enfermedades autoinmunes o condiciones crónicas que generan inflamación, como la artritis reumatoide.
- Salud mental. Investigaciones recientes han indicado que los Omega-3 pueden tener un impacto positivo en la salud mental. Se ha asociado su consumo con una disminución en los síntomas de depresión y ansiedad. Además, algunos estudios sugieren que los Omega-3 pueden ayudar en el tratamiento de trastornos mentales como el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
En resumen, los suplementos que contienen ácidos grasos Omega-3 ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud y el bienestar.
¿Cómo elegir un suplemento de Omega-3?
Si decides optar por suplementos de Omega-3, es fundamental elegir productos de alta calidad. Aquí hay algunos consejos para seleccionar el suplemento adecuado:
- Busca marcas que ofrezcan productos purificados y que hayan sido probados en laboratorios independientes.
- Verifica la cantidad de EPA y DHA que contiene cada cápsula. Asegúrate de que el suplemento tenga niveles adecuados para obtener beneficios.
- Los complementos pueden venir en forma de cápsulas, líquidos o gomitas. Escoge la forma que te resulte más conveniente.
Los suplementos Omega-3 que cada persona tome deben ajustarse al tipo de alimento del que tenga carencia. Por ejemplo, si por algún motivo no se quiere comer pescado y se desea obtener DHA y EPA, se puede optar por tomar un suplemento nutricional derivado de algas ya que las algas producen de manera natural esos dos tipos de ácidos grasos.
Otro complementos idóneo para obtener grandes cantidades de DHA y EPA son el aceite o las píldoras de aceite de pescado.
Un suplemento alto en EPA puede ayudarnos a obtener beneficios antiinflamatorios. El alto en DHA, por su parte, nos ayudará a mejorar nuestra capacidad cognitiva y nuestra memoria.
En la dieta de las embarazadas no debería faltar un complemento nutricional que contenga DHA, EPA y/o ALA. Estos tres tipos de ácidos grasos ayudarán a desarrollar el cerebro del feto.
Por su parte, hay que valorar que un suplemento rico en ALA puede servir para complementar la nutrición de los vegetarianos. ¿Por qué? Porque gran parte del ALA, una vez ingerido, es transformado por el cuerpo humano (y en mayor proporción en el caso de la mujer), en EPA y DHA.
Dosis y presentación de los suplementos de Omega-3
Una vez elegidos los suplementos a ingerir, hay que determinar las dosis necesarias de cada uno de los tipos de ácidos grasos que se deben tomar y escoger el tipo de presentación.
Este último aspecto, el de la presentación de los complementos, tiene mucho que ver con el gusto personal de cada consumidora. Los suplementos pueden presentarse en forma de aceite, en polvos o como cápsulas.
El aceite tiene el inconveniente de oler a pescado y de dejar en la boca el sabor del pescado, que puede desagradar a las consumidoras del mismo. Las cápsulas, por su parte, acostumbran a presentarse con una cubierta entérica que permitirá que la cápsula no se disuelva hasta llegar al intestino, con lo que se evitará el malestar estomacal y el tener en la boca sabor a pescado.
A la hora de escoger nuestro producto debemos tener presente que pueden existir algunos de estos suplementos que no sólo contengan aceites grasos, sino también minerales, vitaminas, hierbas y otros nutrientes. Revisa la etiqueta para conocer exactamente los componentes y también las llamadas pruebas de pureza. Si éstas no figuran registradas en la etiqueta, considera seriamente la opción de buscar un producto de otra marca.
En cuanto a las dosis a tomar del suplemento escogido hay que tener presente que no existe una fórmula mágica que las determine. De hecho, la edad, el género y las circunstancias personales serán los factores que determinen qué dosis deberá tomar una persona.
Una mujer embarazada o que busque un suplemento para el período de lactancia, por ejemplo, deberá consumir unos 400 mg diarios de DHA y 100 mg al día de EPA.
La mujer no embarazada, por su parte, deberá consumir entre 500 y 1.000 mg diarios de DHA y entre 250 y 500 mg/día de EPA.
Si deseas, también tus hijos pueden ingerir suplementos de Omega-3. Ayudarán a mejorar su aprendizaje y comportamiento cuando sean niños y, en períodos de preadolescencia y adolescencia, servirán para aliviar los cambios de humor y los trastornos del estado de ánimo. Un niño de entre 2 y 10 años debería consumir 50 mg/día de EPA y 100 mg/día de DHA. Los preadolescentes y adolescentes, por su parte, deberían consumir una dosis de 100 mg/día de EPA y de 200 mg/día de DHA.