El primer objetivo a alcanzar si deseamos perder grasas es el de acelerar nuestro metabolismo. Quien más quien menos ha dicho alguna vez en la vida: “ése es mi metabolismo”. Pero… ¿sabemos exactamente lo que es el metabolismo? Resumiéndolo, el metabolismo sería el conjunto de procesos químicos que realizan todas nuestras células para llevar a cabo todas nuestras funciones. La transformación de los nutrientes presentes en la comida en distintas formas de energía es una de las funciones básicas.

Según sea la rapidez o lentitud con la que trabajan nuestras células así será nuestra tendencia a ganar o perder peso. Un metabolismo más lento implica una mayor tendencia a ganar peso. Un metabolismo rápido, por el contrario, implica una mayor quema de calorías (incluso en descanso) y una mayor tendencia a perder peso y a adelgazar.

La mayor o menor velocidad de nuestro metabolismo depende en gran medida de nuestros genes. ¿Quiere eso decir que no podemos hacer nada por cambiar nuestro metabolismo?

No. Cambiando nuestros hábitos alimentarios cambiaremos nuestro metabolismo y, haciéndolo, podremos variar nuestra apariencia física. Si conseguimos acelerar el metabolismo conseguiremos adelgazar.

Ahora bien: ¿qué podemos hacer para acelerar el metabolismo y, así, conseguir que nuestro cuerpo baje de peso de manera natural, rápida y sana? Cualquiera de los consejos que a continuación te detallamos sirven para acelerar el metabolismo.

Desayunos nutritivos y comida a menudo

Para que el cuerpo empiece a trabajar de manera correcta nada más levantarte lo mejor es ingerir un desayuno nutritivo. Ésa es la mejor manera de detener el proceso de acumulación de grasa que se activa durante la noche y que es uno de los principales responsables de que engordemos.

Para acelerar el metabolismo o, cuanto menos, para dificultar su ralentización, es necesario, según muchos nutricionistas, comer a menudo. Si dejamos pasar mucho tiempo entre nuestras comidas, nuestro nivel de azúcar en sangre disminuye y ralentizamos nuestro metabolismo. Para impedir que eso suceda es bueno tomar pequeños aperitivos saludables entre comidas. Un puñado de frutos secos o una pieza de fruta puede servir, por ejemplo, para matar el hambre. Así, llegada la comida, ingeriremos menos calorías. Al ingerir esos pequeños tentempiés a lo largo del día conseguiremos acelerar nuestro metabolismo, con lo que nos resultará más fácil el perder peso.

Hay nutricionistas que, sin embargo, sostienen que para algunas personas no es conveniente comer demasiadas veces al día. Para estos nutricionistas, los picos de insulina que se producen cuando ingerimos alimentos despiertan más sensación de hambre y, por tanto, acaban siendo contraproducentes si lo que deseamos es adelgazar. Sólo las personas que realizan mucho ejercicio físico, sostienen estos nutricionistas, podrían optar por este recurrir de manera continua y perseverante a unos snacks que, por otro lado, deben estar muy bien seleccionados y entre los que nunca deben figurar los que posean azúcar o carbohidratos refinados.

Practica deporte

Si deseas acelerar el metabolismo debes practicar deporte y debes practicarlo con una intensidad media alta y combinando ejercicios cardio con ejercicios de pesas. El mantenimiento de músculo exige mayor cantidad de calorías que el mantenimiento de grasa. Al crear músculo estarás acelerando tu metabolismo. Realiza, pues, ejercicios de fuerza destinados a aumentar tu masa muscular y combínalos con entrenamiento aeróbico (correr, montar en bicicleta, nadar, etc).

Otra buena manera de acelerar el metabolismo para, con ello, conseguir adelgazar, es practicar el llamado entrenamiento interválico de alta intensidad, popularmente conocido como HIIT. A él ya le dedicamos en su momento un post en nuestra web. Nos limitaremos a señalar ahora que el método de entrenamiento HIIT es uno de los más adecuados para acelerar el metabolismo y perder peso y, al mismo tiempo, es uno de los que menos lesiones causan (siempre que se mantengan las rutinas de entrenamiento adecuadas y se respeten los tiempos de descanso). Una simple bicicleta estática en casa (y una férrea disciplina) puede servir para ello.

Ingiere proteínas

Una buena manera de acelerar el metabolismo es ingerir proteínas. Para empezar, el cuerpo necesita más energía para descomponer y digerir la proteína que, por ejemplo, para procesar otros nutrientes como, por ejemplo, pueden ser los carbohidratos.

Además, al ingerir proteínas estamos colaborando en la formación de músculo. Y, como hemos visto en el punto anterior, la creación y el mantenimiento del músculo está íntimamente ligado con la aceleración del metabolismo y, por tanto, con la pérdida de grasas.

Los pescados, la carne, las legumbres, los frutos secos, los huevos y el queso deben formar parte de una dieta destinada a nutrir de proteínas a nuestro organismo y a acelerar el metabolismo del mismo.

Bebe café y té verde

Sabemos que el café no goza de demasiada buena prensa en algunos círculos y que se ha convertido tradicionalmente en el centro de muchas polémicas. Pero… ¿es bueno tomar café? Según muchos estudios, sí (siempre que se consuma, claro, de madera moderada). El café, más allá de sus efectos estimulantes, tiene propiedades vasodilatadoras y ayuda a prevenir la aparición de la diabetes y de algunos tipos de cáncer.

El café acelera el metabolismo y, con ello, la quema de grasas. Al acelerar la producción de adrenalina, el café hace que las células grasas se encarguen de descomponer la grasa corporal y formar ácidos grasos libres que nuestro organismo utiliza como combustible cuando realizamos ejercicio.

El té verde, por su parte, sirve también para acelerar nuestro metabolismo. Investigadores de diferentes universidades así lo han declarado. El té verde, así, puede ser de gran ayuda a la hora de adelgazar.