El cuerpo tiene múltiples maneras de enviar señales al exterior para dejar constancia de cómo está de salud. Una de esas señales la emite a través de la piel. Una piel saludable es fruto de un óptimo estado de salud. Una piel sana proyectará siempre una buena imagen de nosotros.

Pese a que lo que hemos comentado en el párrafo inicial de este post es conocido por muchas personas, lo cierto es que no siempre prestamos a nuestro cutis la atención y los cuidados que se merece.

Por ejemplo: deberíamos vigilar los lunares que salpiquen o aparezcan en nuestro cuerpo y, sin embargo, sólo el 21% de la población española acude a revisiones dermatológicas que sirvan para determinar la importancia o peligrosidad de dichos lunares.

Atendiendo a lo dicho anteriormente la pregunta que es impone es la siguiente: ¿cómo tener una piel perfecta?

Dar respuesta a esta pregunta es el objetivo principal de este artículo. Saber qué es lo mejor para la piel nos servirá para cuidar de ella y darle su máximo esplendor.

Piel saludable

Hidratación para una piel sana

El correcto cuidado de la dermis exige una buena hidratación de la misma. Para hidratar la piel se requieren dos cosas: beber mucha agua y aplicarse cremas hidratantes.

Habitualmente no somos conscientes de la importancia que tiene la ingesta de líquidos no solo para nuestra salud en general, sino también para la del cutis. A menudo solo nos acordamos de beber agua cuando sentimos la sed resecando nuestra boca y nuestra garganta. No hay que esperar a ese momento para beber. Hay que hidratarse antes.

El agua no solo nos refresca. También humecta la epidermis y, al hacerlo, previene la aparición de arrugas y su flacidez. Basta con beber 4 vasos de agua al día para mejorar de manera notable la hidratación cutánea.

Otros líquidos también útiles para proporcionar hidratación al cutis son las infusiones de hierbas y los jugos naturales. El café y las bebidas alcohólicas, por el contrario, son enemigos directos (sobre todo y lógicamente si se consumen en exceso) de las pieles sanas.

Como hemos indicado al inicio de este apartado, una buena forma de cuidar de la hidratación de la piel es aplicar cremas hidratantes.

Este producto cosmético no es un lujo. Es una absoluta necesidad. Hay notables diferencias entre el cutis de una mujer que utiliza cremas hidratantes prácticamente a diario y de una que no las utiliza.

¿Qué crema hidratante es la que debemos usar? Aquélla que sea más recomendable para nuestro tipo de piel o para nuestra edad.

En el mercado pueden encontrarse productos de calidad para la hidratación de la dermis y a buen precio. Invertir en la compra de este tipo de productos es siempre una buena inversión. Estamos garantizando una piel sana.

Pieles sanas

Alimentos saludables para la piel

Otra de las respuestas que pueden darse a la pregunta sobre cómo tener la piel perfecta es la siguiente: alimentándonos bien. O sea: alimentándonos de manera sana y equilibrada.

Los azúcares, los alimentos grasos y la comida rápida son enemigos declarados de salud cutánea. Ésta, sin duda, agradecerá mucho más una dieta en la que tengan una relevancia especial las frutas y verduras (crudas), las legumbres y los frutos secos.

En un listado de los alimentos propicios para la salud cutánea incluiríamos los siguientes:

  • Ciruelas
  • Tomates
  • Pimientos rojos
  • Yogur
  • Espinacas
  • Salmón
  • Semillas (en especial de girasol y lino)
  • Patatas dulces
  • Fresas, moras y arándanos

¿Cómo tener una piel perfecta?

Protección solar

Como venimos indicando a lo largo de este artículo, nuestra epidermis requiere de atenciones y la primera de ellas, fundamental, es ponerla a salvo de los efectos perniciosos del sol.

Proteger el cutis del sol no quiere decir sólo que debamos usar algún tipo de protector solar cuando tomemos el sol en la playa o la piscina. Para tener una epidermis saludable hay que protegerla de los rayos del sol cuando realicemos cualquier tipo de exposición a él.

Al hablar de protección solar hay que tener siempre presente que podemos estar expuestos al sol sin necesidad de ir a la piscina o a la playa. Bastará, por ejemplo, con desempeñar cualquier tipo de tarea que nos obligue a estar un tiempo relativamente largo al aire libre.

Los estudios demuestran que, incluso en días nublados, el 40% de la radiación ultravioleta llega a la Tierra. Por eso hay que utilizar casi siempre el protector solar si queremos mantener un cutis saludable.

Para evitar los daños que la luz solar puede causar a nuestra dermis hay que procurar utilizar, siempre que vayamos a exponernos a ella, un protector alto y evitar las horas centrales del día para realizar cualquier tipo de actividad que nos exponga a los rayos del sol.

Con estas dos medidas reduciremos las posibilidades de padecer cáncer de piel y evitaremos en buena medida el foto-envejecimiento.

A la hora de aplicar el protector hay que seguir una serie de pasos. El primero de ellos es aplicarlo media hora antes de la exposición al sol. Si se ha aplicado con la finalidad de tomar el sol hay que renovar el mismo cada cierto tiempo.

Pasadas dos horas, deberá renovarse si deseamos que éste siga siendo activo para cumplir con su tarea protectora. También deberá renovarse tras el baño o tras un tiempo de sudoración intensa.

Piel sana

Otros consejos para la salud cutánea

Las acciones anteriormente indicadas (correcta hidratación interna y externa, alimentación saludable y protección solar) deben ir acompañadas de otras acciones si queremos velar por nuestra salud cutánea.

Dichas acciones son:

  • Limpieza adecuada con productos suaves, testados dermatológicamente, y agua templada. Al hablar de limpieza cutánea hay que tener siempre presente que no es conveniente ducharse más de una vez al día. ¿Por qué? Porque, aunque pueda parecer un contrasentido, al verter excesiva agua sobre nuestra piel la estamos deshidratando.
  • Vigilar nuestras manchas y lunares. El melanoma es el segundo tumor más frecuente entre varones de entre 30 y 50 años en Estados Unidos y el primero entre mujeres de entre 20 y 40. Así, los lunares y pecas deben ser revisadas con una cierta regularidad y sobre todo si se nota que experimentan variaciones de aspectos.
  • Descanso. Como para tantos aspectos de nuestra salud, descansar es importante también para la dermis. Un descanso adecuado sirve en buena medida para revertir los daños causados por los radicales libres, responsables primero del envejecimiento celular.
  • Control del estrés. La ansiedad y el estrés está detrás de muchos casos de acné y de otro tipo de problemas cutáneos. El practicar deporte de manera regular sería un buen remedio contra el estrés.

¿Cómo tener la piel perfecta?