Listas de Boda

La lista de bodas es una buena manera de decir a los invitados qué se necesita y qué no. Sobre todo cuando casi se empieza desde cero. Es decir: cuando se va a estrenar un piso o una casa y una vida en común. Esto, actualmente, no suele ser tan habitual como unos lustros atrás. De hecho, ahora son muchas las parejas que conviven juntas durante un tiempo antes de dar el paso de formalizar su unión legalmente. Es decir: que ya se tienen muebles, vajilla, televisor, equipo de música, etc. ¿Quiere eso decir que la lista de bodas carece ya de sentido? Ni mucho menos. En este caso sólo se necesita una cosa: cambiar la orientación de la misma. Hacer de la lista algo distinto a lo que tradicionalmente fue.

Lo que nunca se pierde es el valor principal de la lista en sí, el mejor argumento para defenderla. Ese argumento es el de evitar los regalos inútiles. Otro argumento de peso a la hora de defender la lista de bodas es que con ella se ahorra a los invitados el quebradero de cabeza sobre qué comprar a los novios.

Búsqueda de la tienda ideal

Si se opta por la forma tradicional de la lista, lo más importante es buscar una tienda que posea todo lo que vamos a necesitar. Esa tienda, además, debe ofrecer la posibilidad de poder consultar y comprar online. Esto resultará muy cómodo para los invitados, que podrán conocer los objetos de la lista y su precio y, si lo deciden, comprar desde casa sin necesidad de desplazarse.

Tienda de lista de bodas

¿Qué cosas deben formar parte de la lista de boda? Esto debe ser previsto con antelación, antes de ir a la tienda a seleccionarlas. Repasar esa pre-lista servirá para no dejar nada en el olvido. La vajilla, el juego de cristalería, los cubiertos, un juego completo de ollas para cocinar, accesorios para la cocina, pequeños electrodomésticos (batidora, licuadora, sandwichera, microondas…), objetos decorativos (jarrones, cestas, cuadros…), juegos de sábanas, toallas o mantelería y el mobiliario pequeño son, habitualmente, los elementos que tradicionalmente se incluyen en las listas de bodas.

Regalar la luna de miel

Otra modalidad que poco a poco va ganando adeptos es la de la financiación de la luna de miel gracias a la colaboración y aportación económica de los invitados. Éstos, así, ayudan a pagar el viaje de novios. La gran mayoría de las agencias de viaje ofrecen este servicio a aquellas parejas de novios que les contratan su viaje de bodas.

Tienda de bodas

El viaje de novios se acostumbra a desglosar por partidas: cenas y comidas en sitios exclusivos, traslados de un punto de la geografía del lugar visitado a otro, compras en determinadas tiendas del lugar de destino, excursiones, etc. Los invitados pueden ir comprando las distintas partidas en que se ha desglosado el viaje de novios y, así, convertir cada una de esas partidas en un excelente regalo de bodas. Entre todas las partidas conformarán una maravillosa luna de miel.

Esta modalidad de regalo suele ser habitual cuando los novios, tras un tiempo de vivir juntos, deciden dar el paso de pasar por la vicaría o de acercarse al juzgado o al Registro Civil a firmar los papeles del matrimonio.

La ocasión ideal para darse un caprichito

Otra posibilidad que tienen las parejas que llevan ya tiempo conviviendo juntas en el mismo piso es la de diseñar una lista de bodas orientada a remodelar el hogar o a adquirir algunos bienes que, por su precio, no se han adquirido antes.

Regalos de bodas

¿Qué tipos de objetos pueden ser ésos? Pues, por ejemplo, un televisor de alta calidad y último modelo. O un sofá de varias plazas. O el mobiliario entero de un comedor o una habitación. O algún artículo tecnológico como puede ser una cámara de vídeo o fotográfica o un ordenador o un buen equipo de home-cinema. O una escultura o un cuadro de algún autor especialmente cotizado. O incluso un coche. Ésta última es una modalidad que, poco a poco, va abriéndose un hueco entre las parejas de novios que ya disponen de las cosas habituales y que desean conservar del día de su boda un regalo especial e inolvidable.

El cuidado del invitado

En nuestro artículo ¿Cómo hacer la lista de invitados a una boda? resaltábamos la importancia que tienen los invitados a una boda y lo fundamental que es cuidarlos. Una manera de hacerlo es, precisamente, el facilitarles la elección y compra de los regalos.

Al elaborar una lista de bodas hay que ofrecer productos con un abanico de precios lo suficientemente amplio como para permitir que los invitados puedan escoger un regalo de un importe adecuado a sus intereses y deseos. Tampoco debería incluir regalos con un precio demasiado elevado para, así, no crear en los invitados la mala conciencia de sentirse tacaños o de comprar algo de poco valor. Por otro lado, suele ser habitual que varios amigos o familiares se unan para comprar algo de precio un poco más elevado.

Invitadas a una boda

El procedimiento para informar a los invitados de la existencia de la lista de bodas es el siguiente: enviada la invitación a la boda, se enviará, en un sobre en exclusiva dedicado a ella, la información referente a la lista. Esta información debe contener el nombre de la tienda, su dirección y teléfono, y, por supuesto, su dirección electrónica o su página web.

Una vez transmitida la información es imprescindible el ir controlando qué se ha comprado de la lista y quién lo ha comprado. También es imprescindible enviar agradecimientos a toda aquella persona que haya comprado algún objeto de la lista de bodas. No hacerlo sería imperdonable. Una vez finalizado el proceso, seguro que el nuevo matrimonio tiene la posibilidad de disfrutar de todos aquellos objetos que durante tanto tiempo había deseado.